Mafeking es el nombre que los colonos ingleses dieron a Mafikeng, una ciudad en el Cabo. Es conocido literalmente como «lugar de piedras».
Ahora Mafikeng es la capital de la provincia del Noroeste de África del Sur, pero en 1899 Mafeking era una ciudad pequeña dividida entre 7500 nativos africanos y una población blanca cercana a las 1350 personas. Era un apartadero o desvío ferroviario importante en la línea del Cabo a Rhodesia.
Antecedentes
Anteriormente Mafeking había sido utilizada como base para el Jameson Raid, una incursión fracasada de los colonos británicos contra la república bóers (colonos holandeses) de Transvaal. Aunque la incursión falló, esto aumentó una concentración de tropas y tensiones que derivaron posteriormente en la segunda guerra anglo bóer en 1899.
Mientras que la guerra entre ingleses y holandeses se vislumbraba más cerca, comisionaron al coronel Baden-Powell para levantar una fuerza en Rhodesia con la finalidad de defender la frontera en el norte de la república de Transvaal.
Él eligió Mafeking como base para proteger un frente de 800 kilómetros, y cuya razón no era otra que defenderse del avance de los Boers (colonos holandeses). Además de defender la frontera, también le ordenaron que mantuviera a los enemigos entretenidos y lejos de las fuerzas británicas al sur del país.
Sin embargo, hasta la declaración de la guerra Baden-Powell fue prevenido de no hacer los preparativos públicos para la guerra, por el temor de ofender a los Boers y a la colonia holandesa del Cabo. Su fuerza no podía reclutar tan abiertamente, o aún armarse adecuadamente para defender la ciudad.
Baden Powell no podía llamar a los voluntarios, por ejemplo, o armar a los civiles, distribuir la munición o investigar en las fuentes de la policía abiertamente – pero hizo estas cosas secretamente, con el beneplácito del alcalde de Mafeking y de la comisión de británicos residentes.
Tampoco podría fortificar Cañón Kopje, un promontorio cercano a la ciudad, pero lo hizo de todos modos, bajo el pretexto de construir un campo de tiro.
No podía requisar bolsas para llenar con arena y hacer fortificaciones, sin embargo, recogió todos los sacos vacíos de grano para utilizarlos con este propósito. No podía pedir un par de trenes armados y enviados al lugar desde la Ciudad del Cabo, sino que hizo construir clandestinamente por albañiles dos carros o “boggie trucks”.
Baden-Powell no tenía un armamento decente para la defensa: y las armas que le enviaron del Cabo resultaron ser cañones obsoletos de 7 libras. Contra esto los Boers contaban para el sitio con cañones de 94 libras.
El regimiento de Baden-Powell constaba de 700 soldados, a quienes agregó 300 voluntarios de Mafeking y armó a 750 africanos, aunque las órdenes eran que podrían defender solamente su propia zona y no participar en la defensa general.
Inicio de la Guerra
Con esta fuerza B.P. tendría que defender una frontera alrededor de la ciudad de 10 kilómetros, contra una fuerza de Boers de más de 7.000 durante 217 días. Del 14 de octubre de 1899 a 16 de mayo de 1900.
La guerra fue declarada el 11 de octubre de 1899, y antes del 13 de octubre la ciudad fue rodeada por las fuerzas Boers que cortaron la línea férrea y el telégrafo aislándolos del mundo exterior.
Con 4 pequeños cañones y 7 ametralladoras se enfrenta a la bien provista artillería de los boers. Como dato curioso los cañones utilizados en la batallas habían sido fabricados por la Compañía Bailey & Pegg en 1770, por lo que curiosamente, tenían inscritos las siglas B.P. & Co.
Luego de los bombardeos iniciales, y gracias a maniobras de astucia más que a su fuerza, Baden-Powell logra introducir en el general enemigo la duda sobre su capacidad de fuego y defensa.
Colocó diversos reflectores y francotiradores todas las noches. Para la defensa, fabricaron granadas con botes llenos de dinamita, los cuales eran lanzados hasta una distancia de cien metros por medio de una caña de pescar.
Una de sus tácticas preferidas era la de engañar al enemigo haciéndole creer que se enfrentaba a un ejército mayor al real, para el caso, fabricó maniquíes de soldados.
Esto determina que en vez de un asalto, los boers opten por un largo asedio, interrumpido por mutuas incursiones y escaramuzas. Si bien esto prolonga sus posibilidades de liberación, agrega a la falta de armas el problema del hambre, ya que los alimentos eran escasos.
En ese ambiente, en que todos los hombres eran necesarios para la defensa de la ciudad, BP reunió un cuerpo de cadetes al cual uniformó, dándoles la tarea de llevar los mensajes y órdenes, hacer de centinelas y ayudar en la distribución de alimentos y medicinas (con esto pudo ocupar en la batalla a los hombres que se encargaban de cumplir estas funciones).
Para agilizar las comunicaciones internas y repartirse las tareas menores, Baden Powell organizó un cuerpo especial con muchachos entre 10 y 16 años, los que asombraron y dieron un testimonio al pueblo por el coraje y alegría con que se desempeñaron durante meses.
Al mando de este cuerpo de cadetes estaba un joven oficial llamado Goodyear. Con gran coraje y responsabilidad, incluso bajo fuego enemigo en sus bicicletas, sorteaban los inconvenientes y cumplían con lo ordenado. BP se dio cuenta de que cuando a un joven se le da una responsabilidad, este pone mucho empeño en cumplirla. Este razonamiento fue el principio del movimiento Scout.
A través de increíbles sistemas palomas mensajeras, indios portando mensajes en amuletos, improvisadas líneas telegráficas a lo largo del ferrocarril Baden-Powell logra enterar a Inglaterra y al mundo, los que están pendientes durante meses de la heroica resistencia de Mafeking.
¿Cuál es la herencia de Mafeking en la historia del Movimiento Scout?
El importante papel que desempeñaron los jóvenes voluntarios como mensajeros y espías, entre otras tareas, inspiró posteriormente a Baden-Powell para crear en 1907 el escultismo o Movimiento Scout.
El cuerpo de mensajeros de Mafeking permitió a Baden-Powell descubrir que los jóvenes pueden ser muy eficaces cuando son motivados a asumir una responsabilidad, y que lo hacen alegremente, como si fuera un juego.
Les enseñó el valor educativo del servicio. A partir de esta experiencia primigenia, el Movimiento Scout reafirmará continuamente que para mantenerse vigente debe ser relevante para las grandes necesidades y metas que afectan y movilizan a una comunidad.